12 de mayo de 2012

Programa de AGGUAGAN (Arrecifes y Comunidades Coralinos)

Los Agguagan son invertebrados marinos de nuestra Muubilli (el mar) comparable en términos de la riqueza biótica a los bosques tropicales. Estos hábitats marino que no vemos son abundantes, frágiles y críticos para la subsistencia de las comunidades costeras e insulares que dependen directamente de los productos y servicios que estos ofrecen.  Actúan como rompeolas naturales a las costas e islas contra la erosión submarina producida por las fuerzas de las olas y contra tormentas, huracanes y mareas. Son uno de los principales constructores de la arena que aporta a las playas, hábitats y refugio de langostas adultas y áreas de reproducción de langosta (eclosión de huevos), desove de pargos y meros entre otros.

Los arrecifes de Kuna Yala son los más diversos en corales del país, por lo que estos ecosistemas en el archipiélago kuna son de interés especial para muchos programas regionales del Caribe por su ubicación y la ausencia de grandes impactos provenientes de áreas terrestres densamente pobladas. Destacándose los del Corregimiento de Narganá con una superficie de 388.79 km², encontrándose la mayor diversidad de corales en el sector de Yandub (Narganá)- Agguanusadub (Guzmán et al., 2002), la cual forma parte del Área Silvestre Protegida del Corregimiento de Narganá de la Comarca Kuna Yala.

A su vez, teniendo identificado 8 áreas marinas en el archipiélago guna, los considero Galugan Marinos o Santuarios de Mar (SSM). A mi parecer estos Galugan Marinos o Santuarios del Mar sumergida que no vemos son en realidad áreas marinas que albergan posiblemente los mejores y diversos recursos bióticos y en su mayoría representadas por comunidades coralinas y poblaciones importantes actualmente consideradas en peligro de extinción como el coral cuerno de alce y ciervo y otros organismos aún raras para la ciencias y para el hombre.

Han pasado más de un década desde que se dejo de llevarse un monitoreo constante de las comunidades coralinas en Guna Yala, por lo que se amerita retomar esta tarea de parte de nuestra y de nuestra autoridades para ver el estado de salud de nuestras comunidades coralinas, sobre todo si a diario hablamos y escribimos de los cambios que están sucediendo a nuestro ambiente. Se podría montar un Programa de Monitoreo de los Arrecifes y de las Comunidades Coralinas por lo menos anualmente con el apoyo de instituciones u organizaciones como la Global Coral Reef Monitoring Network (GCRMN), y porque no con el STRI de Panamá. Ya que solo no lo podríamos hacer, porque no contamos con la logística de trabajo y los equipos insumos necesarios para estas clases de trabajo, pero si contamos con el personal.

Slds,

Arcadio Castillo
Research Technician
Smithsonian Tropical Research Institute
Bocas del Toro Research Station
Phone (507) 212-8564
Cellphone (507) 6132-6533

10 de mayo de 2012

Tradiciones pesqueras

La gestión de recursos tradicional del pueblo kuna de Panamá se basa en una cosmovisión de interconexiones

11 / 2009

Para comprender los sistemas, instituciones y las prácticas tradicionales de una comarca indígena de la República Centroamericana de Panamá, la del pueblo kuna, es necesario conocer de antemano su cosmovisión, que postula que nada en este mundo existe de manera aislada o retirada, sino todo lo contrario, todo está interconectado y en movimiento. El hombre, las plantas, los animales y los espíritus representan los elementos dinámicos dentro de un conjunto mucho más grande y complejo conocido como nabguana, un término kuna que designa la naturaleza en su sentido más amplio.

Para el pueblo kuna todos los elementos tienen un espacio, un tiempo y una función dentro de este complejo sistema conocido como nabguana. Valerio Núñez, en su libro “La Obra de Baba”, (La Obra de Dios), recoge testimonios que describen la Tierra como “la madre de toda cosa, la Gran Madre. Ella es la guardiana y la que custodia con gran cariño todo lo que existe; tiene espíritu y vivimos de ella. La Gran Madre Tierra tiene una fuerza que atrae y nos permite mantener el equilibrio. Los padres enseñan que el mundo tiene ocho capas espirituales donde se encuentran oro, plata, hierro y muchos otros minerales, que sirven de sostén a la Madre Tierra. Si dejamos que se explote todo esto, lo árboles se secarían y la producción mermaría. Por eso tenemos que cuidarlos y no maltratarlos”.

La Comarca de Kuna Yala es una de las cinco comarcas indígenas existentes en la República de Panamá. Situada en el nordeste del país, su administración está sujeta a un régimen espacial propio establecido en la Ley 20 del 31 de enero de 1957. El gobierno panameño reconoce el derecho del pueblo kuna sobre sus tierras y sobre sus formas de cultura tradicional. Sus órganos de gobierno son el Consejo General Kuna, el Saila Dummagan, los Congresos Locales y el Sailagan.

En el año 2000 se publica el Anmar Igar (compilación de normas kunas), con la intención de rellenar los vacíos que quedaban en algunos artículos de la Ley 16, sobre todo los relacionados con los límites administrativos de la comarca. El Anmar Igar recoge varias disposiciones relativas a la materia pesquera. El artículo 44 del capitulo VII trata de los recursos naturales:

“El Congreso General Kuna, a través de las autoridades y organismos que para este fin se establezcan, protegerá, conservará y velará por la utilización racional de los recursos naturales, tales como la flora o la cubierta forestal, la fauna, los suelos, las aguas, las especies marinas y lacustres y toda biodiversidad, en coordinación con las autoridades tradicionales respectivas u organismos privados”.

El artículo 45 dispone que “habrá un tiempo de veda para todos los animales vulnerables de extinción parcial o total, que señalarán las autoridades regionales; no se utilizarán medios y técnicas que permitan la explotación a gran escala de manera que pongan en peligro su existencia en los mares, costas y tierras de Kuna Yala”.

Áreas protegidas
Según el artículo 46, “El Congreso General podrá declarar lugares marinos o terrestres, áreas y ecosistemas protegidos; o adoptar otras medidas para la conservación y reproducción de especies”.

Además de la máxima autoridad de la comarca, el Congreso General Kuna, existen otros grupos que participan en la administración pesquera en el ámbito local, y en especial en lo referente a la pesca y venta de la langosta. Estos grupos son conocidos como “grupos de langosteros”, pueden estar integrados por cinco o más personas con el fin último de vender y conseguir dinero para la gestión del grupo.

El pueblo kuna se estableció en la zona costera hace poco más de cien años. Sin embargo, aplica los conocimientos adquiridos en tierra firme trasladándolos a las zonas marinas y costeras. Esto se puede ver en algunos de los mecanismos que utilizan en su manejo, y en las instituciones que componen la comarca. Por otra parte han aprendido también nuevos conocimientos provenientes de su relación diaria marhombre que les han llevado a analizar el mar y sus sistemas de manera mucho más profunda.

En materia de pesca la gran mayoría de las prácticas tradicionales pesqueras existentes en la comarca de Kuna Yala tienen su base en la cosmovisión kuna de tierra firme, y en las prácticas pesqueras que el pueblo kuna antes realizaba en los ríos. Antes de instalarse en la costa los kuna habitaban los grandes ríos de Panamá y Colombia (río Atrato, río Cuenca, río Tuira, entre muchos otros). A partir del siglo XVII poco a poco se fueron desplazando a través de estos ríos y otros afluentes desde el interior hasta la costa y desde la costa hasta las islas donde viven actualmente. Este proceso migratorio fue gradual, ya que hasta mediados del siglo XIX no se trasladan definitivamente a las islas. Así el asentamiento sobre las islas caribeñas es relativamente reciente, por lo que no es extraño que los ancianos y los grandes sabios kunas en el “Onmaked Nega” (Casa del Congreso) afirmen que los kunas tienen su procedencia y origen cerca de los grandes ríos, que constituyen igualmente su última morada.

En estos ríos los kuna desarrollaron sus artes de pesca, como la pesca con lanza (suar emaked), la pesca de envenenamiento localizado, y las pequeñas trampas (nasas). Si en el pasado se trataba de acciones organizadas y comunitarias, el contacto con las costas del Caribe a partir del siglo XIX hizo que desarrollaran y diversificaran aun más sus actividades de pesca y que éstas se volvieran mucho menos organizadas y menos comunitarias. Tanto es así que hoy la pesca por dinero ha suplantando las acciones de pesca comunitaria.

La pesca tradicional de los kuna tiene bajo impacto ambiental. Utilizan generalmente pequeños barcos (canoas) hechas de madera en zonas costeras a no más de doce o quince millas de distancia, dentro de lo que se conoce como mar territorial. La captura está orientada a abastecer generalmente el consumo local extrayendo cantidades moderadas de peces, mariscos, moluscos y crustáceos. Los kuna obtienen de estos sistemas la gran mayoría de la proteína animal que consumen.

Gestión de recursos
En cuanto a las herramientas de gestión ambiental suelen ser de índole espiritual e incluyen elementos como tabúes, historias, narraciones y cantos que han sido poco estudiados y documentados. Según la historia oral del pueblo kuna, todo lo que conocemos hoy como especies marinas eran seres humanos, todos tenían nombres propios como Olobiskaliler u Olonaidiginya. Entonces apareció Ibeler, que fundó el inna nega (casa de la chicha), hizo emborrachar a todas esas personas y posteriormente se convirtieron en animales por eso Olobiskaliler hoy es Dulup (langosta) y Olonaidiginya es Nali (tiburón). Por ese motivo muchos de los modelos de uso y manejo tradicional marina kuna prohíben el consumo de algunos de estos animales.

Se cuenta que en tiempos anteriores el manejo de la tortuga marina era sostenible, existían reglamentos para el aprovechamiento de sus huevos (la mitad de cada puesta) y no se daba caza a la tortuga, ya que al consumir su carne, el espíritu del animal podría causar una grave enfermedad. No obstante, hoy día en la comarca la carne de tortugas es consumida y comercializada y sus huevos son aprovechados al máximo. Se comercializa asimismo el carey de la tortuga Eretmochelys imbricada. Estas acciones de índole comercial han provocado una disminución en la población de tortugas marinas en la comarca, a pesar de la existencia de una veda comarcal, tal como lo refleja la resolución 08/11/2006 del Congreso General Kuna.

Actualmente en muchas áreas de Kuna Yala, el intercambio por dinero ha suplantado los valores tradicionales de la hospitalidad y el intercambio. La pesca y la caza, que antiguamente eran actividades estrictamente de subsistencia, se practican con mayor frecuencia por el dinero que pueda representar. Las enseñanzas del Pab Igala (leyes de dios), las tradiciones de cantos históricos del Onmakednega (casa de congreso), que tienen un contenido fuertemente ecologista, muchas veces son ignoradas por las generaciones jóvenes.

Los tabúes, los cantos y las actitudes de manejo y uso de la naturaleza están siendo rápidamente reemplazados por la lógica mercantilista que todo lo convierte en “producto” y, por lo tanto, comerciable. El empuje viene de fuera de la sociedad indígena, pero los kunas participan, por acción y por omisión, en el despilfarro de los recursos para obtener dinero. A pesar de ello, el pueblo kuna ha respondido defendiendo sus recursos naturales, lingüísticos y culturales mediante sus propias iniciativas institucionales y de autogobierno.

En este sentido, es de vital urgencia que la comarca encuentre una nueva ruta para fortalecer su modelo de conservación adoptando algunos elementos del mundo científico moderno. Entre las líneas básicas de actuación que se proponen figuran las siguientes:

  • fortalecimiento, protección, recuperación y divulgación de los conocimientos tradicionales indígenas kunas en materia de uso y manejo ambiental marino-costero y el modelo de gestión participativa y adaptativa comunitaria;
  • protección, recuperación y manejo de los sistemas marino-costeros y pesqueros;
  • utilización y aplicación efectiva de las legislaciones internacionales y nacionales que apoyan la gestión ambiental marina y las actividades de pesca artesanal;
  • realización de estudios e investigación sobre el tema pesquero;
  • mayor comunicación, concienciación y participación comunitaria;
  • promoción del derecho a un desarrollo propio, y
  • refuerzo de la educación ambiental sobre el uso sostenible de los recursos marinos y costeros y la pesca artesanal