6 de septiembre de 2013

MANEJO SUSTENTABLE DE LOS RECURSOS COSTEROS

Geodisio Castillo

Banco de peces y pasto marino. Foto: Arcadio C.
Otra solución de proveer la dieta a nuestras poblaciones originarias, es promover el incremento de la producción pesquera mediante la acuicultura. “Que si lo ponemos en práctica, constituirá una prometedora empresa disponible localmente y una fuente significativa de ingresos económicos para la familia”, señala el dirigente y pescador Edilberto Martínez de la comunidad de Digir, en Gunayala. “Tenemos todos los recursos del mar disponible, pero hay que usarlos sin destruirlos y no dejaremos que lo destruyan”, comenta un anciano que quiso quedarse en el anonimato.

Los recursos naturales aún prístinos en la Comarca Gunayala, hacen de esta un santuario: arrecifes coralinos, ecosistemas de manglar, sistemas de playas, estuarios y lagunas, y lechos de hierbas submarinas. Estos no se utilizan o son utilizados de tal manera que los beneficios económicos no son optimizados a su máximo potencial. De ahí que la conservación para su desarrollo sustentable es una meta justificable para el Centro de Desarrollo Ambiental y Humano (CENDAH), ya que el patrimonio natural que beneficia a la población Dule o Guna proviene de las diversas clases de ecosistemas costeros de la Comarca.

Todos los recursos naturales son finitos tanto los recursos renovables y no renovables. Los arrecifes de coral es un recurso renovable. Pero su mal uso ha hecho que este recurso, de lenta tasa de crecimiento, no se recupere jamás y no ser aprovechado la variedad de usos directos e indirectos durante varias generaciones. Y por lo tanto, como todos los recursos se acaban, deben tratarse como si fueran renovables.

Entonces el incremento de la producción pesquera en Gunayala mediante la acuicultura costera o la maricultura como frecuentemente se denomina, depende del estado natural de los recursos costeros. Los arrecifes de coral son uno de los ecosistemas más productivos que sirve de hábitat y una fuente de alimentos para muchas especies que se encuentran en las áreas costeras dominadas por los arrecifes. Entre los usos más predominantes y valiosos, está el gran rendimiento derivado de la pesca, el cual se estima que llega hasta las cinco toneladas por Km2.

Los bosques de manglar, es ecosistema económicamente y socialmente significativo para el pueblo Dule, debido al papel que juega en la existencia y perpetuación de la pesca cerca de las costas, la protección de litorales y en su capacidad de recursos renovables, como sitio para la producción de leña sostenidamente. El papel más destacado de las comunidades de manglar es la producción de hojarascas detritos, las partículas de detrito llegan a ser un recurso nutritivo de alimentos para una gran variedad de animales marinos.

El ecosistema laguna/estuario, su importancia radica en el suministro de fuente de nutrimentos y materiales orgánicos y un hábitat para satisfacer las necesidades de las variedades de especies pesqueras valiosas (migratorias oceánicas y costeras), que dependen del fondo poco profundo de la cuenca para su protección y alimento para producirse y/o como refugio para sus alevines (crías). Mientras que las hierbas submarinas pueden usarse como fuente de abono verde y forraje; su papel más importante reside en suministrar un hábitat importante y en recurso alimentario para los peces cercanos a la costa, reptiles marinos y mamíferos. Y aunque las playas parezcan ser estériles y sin vida, existe vida en ella, especies de plantas y animales. Y en el nivel más alto de la cadena alimenticia, sirven como fuentes de energía para muchas aves costeras y peces.

Pese a su carácter tan prometedor, la maricultura como la agricultura, tan necesarias para proveernos de alimentos, han transformado las comunidades naturales y su biodiversidad. Por lo tanto, no todas las prácticas de maricultura son justificables económicamente.

En este sentido, la “planificación integrada” debe partir desde las bases, que exprese un proceso histórico de experiencia cultural de más de 500 años de sustentabilidad a tomar decisiones críticas sobre uso y conservación de sus recursos naturales.

Aunque una planificación integrada y un manejo global por si mismos tal vez no aseguren una producción sustentable, su ausencia agotará los recursos costeros y la supervivencia de las comunidades humanas. Entonces CENDAH plantea que el futuro “gobernando nuestro propio destino”, depende de una administración y utilización de recursos como metas deseables de los pueblos indígenas, y que cuando se emprenden en un plan integrado, basado en un rendimiento sustentable, efectivamente fomentaremos el desarrollo y la conservación de los recursos naturales.

 

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