“RESPETAMOS Y ADMIRAMOS A LAS GRANDES
CULTURAS Y ESPERAMOS SER RESPETADOS COMO UN PUEBLO DIGNO Y HUMANO”
Nele
Kantule
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| Mar y tierra confluyen, ésta es nuestra tierra legada. Foto: Gubiler |
El pueblo guna “respeta y admira a las
grandes culturas y de esta misma forma espera ser respetado”, son sabias frases
del dirigente y visionario Sagladummad Nele Kantule. Con esta frase es posible
celebrar un día, al menos un día, el día internacional de los pueblos indígenas
del mundo.
Hoy es un día para solidarizarnos honrando
a nuestras culturas originarias del mundo. Ignoradas, discriminadas, pueblos
sin voces en pleno siglo XXI. Si esta celebración tiene la finalidad de
fortalecer la cooperación o solidaridad internacional poniendo en práctica los derechos de los pueblos indígenas para solucionar los
problemas que hoy viven en derechos humanos, ambiente, desarrollo, cultura, educación,
salud y principalmente sus tierras actuales y ancestrales, lo aplaudimos.
Los pueblos indígenas como todos los
pueblos del mundo representamos parte de la diversidad cultural del planeta.
Hoy es bien conocido y aceptado que estos pueblos han dado mucho al desarrollo
de los conocimientos científicos, al desarrollo humano, a la conservación de la
diversidad biológica, no ha impedido que sean pueblos menos favorecidos.
Esto ocurre en aquellos gobiernos o
sociedades dominantes que ignoran a los “pueblos originarios”, lo que necesita
una gran tarea de concienciación. Por ello la Organización de las Naciones
Unidas (ONU) estableció el 9 de agosto como el Día Internacional de los Pueblos
Indígenas del Mundo con el tema para este año “Acortando las diferencias: aplicación de los derechos de los pueblos indígenas”, el
cual busca “resaltar la importancia de la realización de esos derechos mediante la puesta en práctica de políticas y programas a nivel nacional e internacional, en las que colaboran los gobiernos, la ONU, los pueblos indígenas y todos los sectores involucrados".
Los pueblos indígenas solo necesitan que lo
reconozcan como pueblos como otros pueblos, cuyas raíces es tan profundas en lo
espiritual y natural, que apenas comenzamos a discernir. Hoy, y no solo hoy,
sino toda nuestra vida debemos juntos celebrar, revalorizar y conservar la
diversidad cultural y natural de los pueblos del mundo, cuyos conocimientos son
invaluables tesoros de la humanidad.
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