10 de octubre de 2014

Día de la Resistencia Indígena: 12 de octubre

Comunidad de Cangandi, Kuna Yala. Foto: Gubiler
¡Nada que celebrar, nada que lamentar! Recordar la resistencia y la lucha de los pueblos indígenas en Abiayala contra los invasores españoles y posteriormente de otros países del viejo continente. Esta fecha ya no es de lamentos y de celebración, sino de avances, demostrar al mundo que los pueblos indígenas son capaces de enfrentar las realidades globales de hoy. Sus conocimientos ancestrales, innovándolas pueden enfrentar hasta la crisis climática.

El “Día de la Resistencia Indígena” sustituye al denominado “Día de la Raza” nombre racista como aún se conmemora en algunos países el avistamiento de tierra por los españoles en 1492, luego de haber cruzado el atlántico al mando de Cristóbal Colón, a lo que posteriormente se denominaría América. La historia enseñaba que América fue "descubierta" por Cristóbal Colón, cuya llegada permitió a los pueblos indígenas de Abiayala (nombre correcto de estas tierras) obtener una lengua y acceder a la "civilización".

Pero la historia es otra, historia que no se cuenta en libros educativos, el arribo de los europeos a Abiayala fue el comienzo de la esclavitud, el maltrato y sometimiento de la religión o creencia Cristiana como instrumento opresor durante la llamada conquista.

Pero esta realidad no ha culminado, sigue sometiendo a los pueblos indígenas, como también ocurre en Kuna Yala por Leonardo Gassó, el jesuita español (1907-1912) en nombre del gobierno y de la iglesia, se esforzó al máximo suprimir el Congreso y el rito de pubertad femenina y la inna o chicha[1].

Los pueblos indígenas antes de aceptar ser subyugados se replegaron a lugares inhóspitos, a las selvas montañosas, de esta forma superaron y se adaptaron a convivir con su gente los hermanos árboles y demás hermanos de la selva, de esta forma guardaron celosamente sus lenguas, su organización social, sus sistemas agroecológicos de cultivo, su cultura ancestral que respeta la naturaleza y como centro al ser humano.

Hoy es deber del gobierno reconocer la diversidad cultural y humana que existe en nuestro país, que reivindica a los pueblos indígenas panameños en este proceso que necesita un cambio social y de actitud.

Si los estados miembros de la Naciones Unidas acogieran realmente la declaración de la Primera Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas celebrada en Nueva York el 22 y 23 de septiembre de 2014[2], se estaría dando los primeros pasos al “buen vivir” de los pueblos del mundo.

Los Estados y gobiernos estarían reafirmando “los compromisos contraídos de celebrar consultas y cooperar de buena fe con los pueblos indígenas interesados por medio de sus instituciones representativas antes de adoptar y aplicar medidas legislativas o administrativas que los afecten, a fin de obtener su consentimiento libre, previo e informado”. Se estaría reafirmando “el compromiso de respetar, promover, impulsar y no menoscabar en modo alguno los derechos de los pueblos indígenas y de defender los principios de la Declaración[3]”.

Debe la Asamblea Legislativa declarar el 12 de octubre como el “Día de la Resistencia Indígena”, tomar ejemplo de otros países. Hoy, los pueblos indígenas y afrodescendientes son dignos como todo pueblo del mundo, mantener sus luchas por una verdadera conquista de mayores espacios y derechos.



[1] Leonardo Gassó, S. J., 1911-1914. La misión de San José de Narganá entre los Karibes (República de Panamá). Las Misiones Católicas, Barcelona. pp. 19-22
[3] Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, aprobada por la Asamblea General el 13 de septiembre de 2007

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